Vivo de segundos que se ven indefensos
Equívocos segundos que naufragan en tu mar
Doloroso sentimiento quedó de aquél tiempo
Que dueño absoluto de tu navío, fue antes de naufragar
Anclados al naufragio yacen mis sueños
Incapaces de despertar…
Se ahogan en el llanto que brota de la bruma del silencio
Doblegados por tu olvido y desesperados de esperar…
Las mil y una noches de tu olvido
Yo las cuento como notas de verdad
Y las vierto por mis ojos como ríos
Que resbalan de mis flancos a tu mar
Y no hay tiempo ni marea ni defecto
Que me arrastre a mí hasta otro lar
Si soy príncipe en la oscuridad de tu yelmo
Y soy atlante cuando cae la noche en medio de la tempestad
A veces escribo jeroglíficos que pretendo
Que solo entiendan los que padecen del mismo mal
Y no aquellos muchos que leen esto
Y se comienzan a burlar
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