Miraba la inmensidad
En esos ojos profundos
Y me quedé inmóvil por un instante
No era miedo
Era melancolía que me hacían sentir
Manteniéndome perpetuo en el silencio
Traté de mirar hacia otro lado
Pero no pude
Volví y ellos ahí profundos
Fuertes pero tristes
Lejanos pero vivos
No pude más
Una lágrima brotó
Recorrió mi rostro
Buscando mi garganta
Que no dejaba escapar ningún suspiro
Entonces, solo entonces
Cuando tocó mi pecho
Desperté de ese trance
Y miré de nuevo
Pero, seguía ahí
Yo solo, yo frente al espejo
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